Cuando llegué al mundo de la publicidad, que entonces era muy rubio y millonario, Leopoldo Pomés era un gigante barbado que a veces comía macarrones en el restaurante Ca l’Estevet. Cuánto añoro aquellos restaurantes populares que seducían a las modelos internacionales. Ca l’Estevet aún existe y la semana pasada pude compartir en el mismo el menú, es decir, los macarrones, con el conseller de Cultura, Ferran Mascarell. Y, mientras estábamos con los macarrones y hablando del archivo fotográfico que Ignasi Marroño acaba de donar al MNAC, miré hacia arriba y en una fotografía descubrí a Leopoldo Pomés junto a los también fotógrafos Xavier Miserachs, Colita y Francesc Català-Roca.

O sea, que llego de Roma, comparto los macarrones de Ca l’Estevet con Ferran Mascarell y gracias a ellos me entero de que Leopoldo Pomés y el suplemento Cultura/s de La Vanguardia, que dirige Sergio Vila-Sanjuán, han sido premiados por el FAD. Nada es casual. A Sergio, uno de los pocos periodistas que sabe leer en voz alta, lo conocí en una agencia de publicidad. Aquel día, yo me iba de esa agencia y él llegaba. Y, durante aquellos minutos de conversación, en vez de hablar de campañas publicitarias y del festival de cine publicitario de Cannes, hablamos de libros…

Leer más: http://registrousuarios.lavanguardia.com/premium/54401596279/index.html#ixzz30CNHLcev
Fuente: La Vanguardia. Arturo San Agustín. 22 de Abril de 2014